PLAYAS DE ALTEA
La belleza absorbente de la Costa de Altea nos invita siempre a disfrutar de un mar y un clima inmejorables.
Protegidas sus playas por la Sierra Bernia, el viento se convierte en brisa suave que surge al mediodía y se retira al atardecer.
La vegetación llega hasta la orilla del mar y la belleza paisajística es propia de un Mediterráneo casi virgen.
En su mayoria las playas de Altea son de pequeños cantos rodados, piedras suaves y minúsculas, que los rios han ido arrastrando hasta el mar a lo largo de milenios.
La grata temperatura y la transparencia de sus aguas favorecen el desarrollo de especies vegetales como las posidonias y otras piscícolas, que enriquecen y embellecen un fondo marino ideal para la pesca, el estudio o la contemplación.
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